Puedo sentir tan cerca de mí aquellos cristales de lo que fue y de lo que será.
Entonces comprendo una cosa: todo es uno. Todo se reduce a un sólo instante.
El color de las hojas me recuerda la pasión con la que nací, que hace que las cosas tengan su esencia, y la caída del tiempo es sólo una huella.
Si tuviera la oportunidad de elegir un instante de mi vida y poder cambiar algo, elegiría el segundo antes de nacer, entonces me daría un invisible abrazo y diría "aquí vamos", esa palabra lo resumiría todo.
Si tuviera la oportunidad de elegir un instante del futuro, elegiría el segundo en que conozco a mi alma gemela, entonces comprendería porque ser sólo yo es imprescindible.
Y veo las hojas caer, otras, simplemente morir. Y si tuviera la oportunidad de intervenir en esto...haría que muchas personas se perdonaran por lo que fueron y cultivaran la esperanza en lo que serán, como yo.
Y entonces veo mi hogar; y sé que es donde pertenezco.
Y sé que si pudiera tener un gran poder, elegiría el de amar con el alma.
Aunque claro, ese ya lo tengo.
Pero si tuviera la oportunidad de viajar al pasado y no cometer mis errores, no lo haría; porque es de lo que estoy hecha.
Así que sólo queda vivir...la vida que ahora invoco, y la que sigue, y la que sigue...
...hasta convertirme en una estrella.
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